UN CUENTO DE JOHAN GARCÍA
EL JUEGO DE LA
GUERRA
VIII de Ballet
(Undécimo)
Esto es una guerra, una guerra que depende
del jugador. También de la estrategia que se use, pero -principalmente- saber
lo que piensa tu oponente.
Al pasar el tiempo, cada soldado espera su
momento de movida. Mi compañero está a dos pasos de mí. Él espera su “muerte”,
pues está protegiendo a otro, pero nadie lo protege (mala jugada).

Al rey no le importa “sacrificar” a un
soldado para salvarse él mismo. Simplemente le importa mantenerse vivo para
ganar. ¿Ganar qué? Una guerra. Una guerra en la que -por más muertes,
sacrificios, jugadas y tapadas- si el jugador se equivoca, todo se pierde.
En cada momento transcurrido todos nos
miramos, pero nadie habla. No sé si es por miedo o concentración. Los que
estamos adelante miramos al oponente y ellos a nosotros. Los de atrás sólo
esperan el momento en que les destapemos el paso para poder atacar.
Nuestro tiempo en el campo de batalla
varía, dependiendo de los ritmos. ¿Cuáles ritmos? El ritmo clásico, que tarda
una hora o más. Partida rápida, que tarda de 15 a 60 minutos. Ritmo relámpago,
que dura 15 minutos.
Comentarios
Publicar un comentario